BDSM: Dominar con reglas, límites y trucos.
El BDSM es todo un mundo de disciplina, comunicación y acuerdos. Va mucho más allá de golpes, nudos, amarres sexuales, latigazos, sumisión, dominación, etc.
Y en este meibi.talk te queremos compartir, esas cosas que podríamos adoptar y aprender del mundo BDSM.
Saber comunicar lo que quiero y tener actitud de escucha para lograr saber lo que mi pareja desea, será importantísimo en cada encuentro sexual. La comunicación sexual debe de darse, antes, durante y después del sexo.
Poner límites y llegar a acuerdos nos ayuda a establecer hasta dónde quiero llegar y qué me gustaría que pasara. Esto nos favorece en crear escenarios seguros, en donde nos podamos desempeñar de una manera plena, conectados y tranquilos. Porque ya sabemos qué es lo que va a pasar, ya sabemos que la persona con la que estoy me respetará y valorará mis límites.
La(s) persona(s) con la que estoy tiene que representar un espacio seguro para mí. Una vez acordados los límites, podré generar este espacio de confianza, con una persona que confía, dejando que mi cerebro se relaje y mi cuerpo sea capaz de sentir placer a su máxima potencia.
Una parte que nos encanta, que tienen muy arraigado en el bdsm, son los cuidados posteriores a una relación sexual. Y es que sí, en el mundo bdsm, pueden quedar muchas marcas, cicatrices, cortadas y demás. Por eso es muy importante aplicar el “aftercare”, saber cuáles son las necesidades posteriores de mi pareja, qué necesita, en qué puedo ayudarla.
¿No creen que pueda aplicarse también en las “relaciones convecionales”? Claro que sí, y va mucho más allá de los abrazos, las cucharadas y los mimos. Tiene que ver más con las necesidades de cada quién, ¿Cómo saberlas? Preguntando.
Para muchas personas el aftercare puede verse como: ¿Te acerco papel?, ¿Nos bañamos?, ¿Te gustaría que te abrace?, Me gustaría cuidarte ¿En qué puedo servirte?...
Muchas formas en las que se nos ocurren que pueden usar los cuidados posteriores.
¿Cómo ven meibis?
El mundo del bsdm tiene mucho que enseñarnos, ya que logran muy bien partes esenciales que tienen que aparecer en cada encuentro sexual.
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