Una parada para gozar

Afuera nadie se entera de las caricias que me das debajo de la falda, de las travesuras que mis manos hacen debajo de tus pantalones. Las miradas del exterior imaginan, pero no observan, nuestros arrumacos quedan en la privacidad de estas cuatro puertas, de las ventanas y de los asientos del carro. 


Acelera, JAVI, rebasa y avanza. La oscuridad de la carretera me invita a quitarme la blusa, para que goces del bonito paisaje de mis dos senos, para que veas la curva que forma mi cintura y admires la suavidad de mi abdomen. 


Desacelera, JAVI, frena y cógeme. Escucha la tranquilidad de la noche, el susurro de los árboles y cierra los ojos, deja que te maneje y suelta el volante. Siente cómo la cuerda sujeta tus manos y tu pene se erecta con la idea de que te conduzca por el placer de nuestros cuerpos. 


Percibe con atención cómo me monto en ti, cómo mis piernas estrujan las tuyas, cómo se mueven mis glúteos y cómo roza mi vulva con tu pene. No te distraigas con el pasar de los carros, sólo presta atención a mi cuerpo entre el tuyo y el volante.


Deja que te enseñe a cómo se acelera, cómo se cambia de velocidad y de ritmo. Dedica todos tus sentidos a sólo contemplar, a sólo dejarte llevar con la seducción de mis labios sobre tu rostro. 


Gesticula tu placer con tu lengua junto a la mía, vocifera tu deseo de mi cuerpo sobre mi cuello, arremete contra mis labios y embiste mis senos con tu boca. 


Sólo percibe el placer. ¿Notas cómo aumenta el calor de nuestros cuerpos semidesnudos? ¿Notas cómo ya mojé tu pantalón? ¿Notas cómo tus manos desean liberarse para saltar sobre mis nalgas? 


¡Qué rico! Qué rico apretar tus grandes manos con las mías y sostenerlas, mientras te enseño cómo se forma un ocho con mis nalgas. Sonríe, JAVI. Me encanta que me sonrías a la boca, me encanta que te muerdas el labio, me encanta que cierres los ojos para contemplar tu placer, ¡me encantas!  


Me fascina la idea de estar en medio de la penumbra, de estar en lo público y tener un sexo privado, es embriagador cómo el calorcito que emanamos van empañando los cristales, ¿qué te parece esta vista? Abre los ojos, guapo.


Mírame desnuda frente a ti, moviéndome al ritmo que mi cuerpo va sintiendo alcanzar el éxtasis. Observa a tu alrededor y encántate con mi manos sujetando mis senos y mi clítoris rozando con tu pantalón. Captura la imagen de mis gestos, de mis ojos fijos en los tuyos y mis senos acariciando tu rostro.  


Siento la sensación de goce recorrer mis piernas, subir lentamente por mis glúteos, avanzar por mi abdomen, extenderse por mis senos y culminar en mis labios. Me detengo a apreciar tu sonrisa. Mi clítoris erecto. Tu pantalón mojado. Tus manos atadas. Las ventanas empañadas. Mis senos descubiertos. Tus ojos mirándome. Tu rostro besándome. Tú pidiendo penetrarme. Yo deseando ser penetrada. 

 

Por Beatrix

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