Placer por detrás

Me gusta pensar que cada culito merece conocerte. Sí, como me oyes: conocerte. Saber que existes y que al penetrarme te sientes duro, excitante. Con cada curva tuya te vas dando paso por mi ano, lo cual me parece lo más sexy que podía haber probado…


En cuanto te vi deseé que fueras mío para olvidar las noches de soledad y satisfacer las profundas ganas de probar algo nuevo. Me habían contado de lo rico que era jugar, tocar y penetrar el ano, pero no me imaginé que se me hiciera más gozoso, más excitante, más rico… 


La idea de jugar contigo en cualquier momento, en las mañanas, tardes y noches, además de imaginarnos en cualquier lugar gozado de tu dura penetración me lleva a imágenes llenas de morbo y de deseo constante. Es tan sólo mirarte y saber que contigo puedo llegar a los mejores orgasmos y eyaculaciones


Te tomo en las manos, y te siento suave que contrasta con lo duro que estás, sin decir alguna palabra, te acerco a mi ano, juego contigo, mientras me lubrico y me ayudas a extender por todos lados el lubricante. Me siento más y más caliente, me muevo ante el espejo para ver cómo entras, esto me prende mucho, tanto que deseo meterte todo. 


¡Qué rico eres, Raa! ¡Qué rico eres! Jugar contigo frío es de las cosas más deliciosas que he descubierto, que me ayudes a prenderme es demasiado excitante. Me gustas como para traerte en todo momento, en la calle, en mis citas, en mi trabajo. 


¡Ahora entiendo el placer anal! El que me ayudes a que me penetren por el ano y venirme en instantes, ahora veo de lo que me perdía antes de conocerte y que me guiaras por el placer de disfrutar mi ano… ¡Qué rico eres, Raa!


Por Bea 

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