¿QUÉ ES LA ANSIEDAD SEXUAL?
Esto de tener sexo debería ser algo disfrutable, rico, placentero y saludable para todas las personas, sin embargo, hay quienes no lo gozan ni un poco y les genera mucha ansiedad, lo que puede incluso desembocar en distintas inseguridades, miedos y hasta disfunciones sexuales.
Es muy cierto que el sexo importa, pues abona a la salud física y mental, además, tiene una buena cantidad de beneficios, como, por ejemplo:
-Fortalece el sistema inmune
-Ayuda a controlar el estrés
-Mejora la calidad del sueño
-Disminuye la presión arterial
-Nos mantiene en forma
-Fortalece los músicos del suelo pélvico
-Aumenta a la autoestima
-Hace que nos sintamos más felices, etcétera (sí, porque hay más)
Pero, con todo y lo anterior, hay personas que no tienen la misma idea sobre el sexo, para ellas, significa enfrentarse a una bola de miedos, sensaciones y pensamientos que lxs alejan totalmente del disfrute pleno.
¿Qué es la ansiedad sexual?
La ansiedad sexual, es en sí, es una preocupación desmesurada alrededor de las relaciones sexuales, la persona se enfoca tanto en todo lo que su mente le dice, que pierde la capacidad de conectarse con el momento, con lo ricas que pueden ser las sensaciones captadas a través de los sentidos, es como si estuviera sumergida en un estado de “hipervigilancia”, al pendiente de todo, menos de su propio goce.
Por consecuencia, todos estos pensamientos disruptivos que desembocan en un profundo miedo, pueden aumentar tanto, al punto de crear excesiva ansiedad e incluso, en casos un poco más serios, hasta hay disfunciones sexuales. Y en efecto, esto es como “el pez que se come la cola”, pues el ciclo se repite constantemente, lo que impide que la persona disfrute de una vida sexual bonita.
Posibles causas de la ansiedad sexual
Hay muchas razones que pueden provocar que alguien desarrolle ansiedad sexual, pero aquí te cuento algunas:
- La influencia del propio contexto cultural y una educación rígida: Cuando todos los temas relacionados con la sexualidad humana se tratan como un tabú, como algo para esconder, como una cosa deshonrosa, o se les da una connotación negativa, es obvio que crecerán ideas y emociones desagradables al respecto, mismas que se verán reflejadas en una creciente sensación de vergüenza o una enorme culpa durante las prácticas sexuales.
- Temores y falta de educación sexual integral: La neta está cañón cómo circula por todas partes información falsa y sin el fundamento de fuentes confiables. Toda la educación sexual debería ser absolutamente libre de cualquier influencia religiosa o creencia popular, pero, pese a que cada vez existen mayores descubrimientos y estudios al respecto, aún cuando tenemos a nuestra disposición la inmediatez del internet, los grandes buscadores y las redes sociales, ¡se siguen propagando muchas mentiras, mitos e ideologías! Toda esta manera deformada de enseñar sobre sexualidad humana influye en la manera de percibirla y provoca que se la persona se sienta insuficiente a la hora de realizar prácticas sexuales.
- Prejuicios sobre la sexualidad: Como producto de tener una educación sexual muy rígida y represiva, lo que se obtiene son una sarta de prejuicios alrededor del placer, del propio cuerpo y de cualquier cosa que tenga relación con la sexualidad. Es decir, la persona le da a su propia sexualidad un sentido inmoral, pecaminoso y hasta egoísta porque, si se le da gusto al cuerpo se es de “casos ligeros”, porque cualquier actividad sexual que esté fuera de la parte reproductiva (masturbación, sexo oral/anal, frotismo, fingering, etc.) sería entregarse a este lado más instintivo y animal del ser, gozar de lo carnal llevaría a la persona, como lo diría el libro “La Divina Comedia” de Dante, directito al segundo círculo del infierno, donde se hallan todos lxs compas que han pecado de lujuria, ¿es neta? Pues sí, hay mucha patraña que limita el disfrute pleno.
- La preocupación por “no dar el ancho” (o sea, por no “hacerlo bien”): En este caso la persona supone de forma anticipada que la práctica sexual no saldrá bien. Se siente incapaz e insegura de proporcionar satisfacción, por lo tanto, al centrarse durante toda la sesión íntima en esta clase de pensamientos, “el botón” que detona a la ansiedad se acciona y el placer es imposible de alcanzar.
- Baja autoestima: Si la persona se percibe a sí misma como “poca cosa”, le desagrada su propio cuerpo, se siente insuficiente y demás, sus ideas en el transcurso de la práctica sexual girarán en torno a sus supuestos defectos, lo que no permitirá que viva ese momento con satisfacción.
- Estar demasiado pendiente de la satisfacción del otrx: Significa estar siempre preocupadx que la pareja sienta rico al punto de olvidarse de sí mismx y de pasarla bien.
- Excesiva tensión y necesidad de superar anteriores experiencias que fueron fallidas.
- Celos, autocomparación con las parejas sexuales con las que haya compartido el/la compañerx.
- Dificultades en la relación de pareja (mala comunicación, rencores, temas no resueltos, dudas, etc.): Muchas veces los conflictos que se dan a lo largo de la relación, pues terminan influyendo en otros ámbitos de la vida de la pareja, incluida, la parte sexual. Entonces, la persona nuevamente enfoca su atención en lo que no se ha resuelto con la contraparte, en los resentimientos, en lo que le hizo hace 10 años, etcétera y pues termina no dejándose llevar por las sensaciones placenteras del momento.
- Problemas emocionales o de salud mental diversos: Depresión, ansiedad, altibajos, angustia, desesperanza, etc.
¡Ajá! Y entonces, ¿hay consecuencias por la ansiedad sexual?
Puede haber consecuencias si no se toman cartas en el asunto, aquí lo preocupante sería que esa ansiedad sexual termine convirtiéndose en una disfunción, como podrían ser:
Mujer/Persona con vulva |
Hombre/Persona con pene |
Comentario |
Bajo deseo sexual |
Bajo deseo sexual |
¡Obvio! Si se tiene miedo, se evita ir directo a la situación que lo provoca. |
Dificultades para lograr la excitación |
Dificultades para lograr una buena erección o de plano no conseguirla |
¡Claro! Si no se está centradx en todo este momento sensorial, sino más bien, en las inseguridades, es obvio que el cuerpo no reaccionará adecuadamente. |
Vaginismo, dispareunia (dificultad o imposibilidad de la penetración vaginal y dolor a la hora de tener sexo) |
Eyaculación precoz o eyaculación retardada |
La persona se cierra totalmente ante la posibilidad del disfrute sexual, dado que en otras ocasiones se ha presentado alguno de estos problemas y teme que se repitan de manera constante. |
Problemas para llegar al clímax |
Problemas para llegar al clímax |
En general, el exceso de control y de pensamientos disruptivos provoca que no se disfrute nada del encuentro sexual evitando o bien retrasando demasiado, la llegada del orgasmo. |
Tips para controlar la ansiedad sexual:
- Mucha comunicación: A ver, se supone que se le tiene confianza a la persona con la que se comparte intimidad, por lo tanto, ¡no hay que cortarse! Es sumamente importante que se hable de forma honesta, clara y asertiva con la pareja para contarle las inseguridades, miedos e inquietudes, de esta forma se liberará tensión, dado que ambxs podrán buscar una solución a esta problemática. Recuerden, mucha paciencia, apoyo y comprensión.
- No hay que creerse todo lo que se dice por ahí respecto al sexo: En primer lugar, cada persona vive su sexualidad de una forma muy particular, por lo tanto, lo que vivan otrxs será una experiencia muy distinta a la propia, así que nada de comparaciones. En segundo lugar, lo que sí hay que hacer es informarse, si hay dudas, buscar fuentes fidedignas, consultar con un(a) profesional de la salud sexual, etcétera. ¡Educación sexual integral por favor! De verdad, ¡es liberadora!
- Conocer el propio cuerpo y también el de la pareja: ¡Qué importante conocer cómo es el propio cuerpo, sus partes y cómo reacciona ante los estímulos! Si unx mismx no conoce sus gustos particulares y límites, ¡mucho menos tiene por qué saberlos la pareja! Es vital el tener consciencia sobre lo que es agradable y aquello que no para poder comunicarlo, porque, puede ser que la pareja haga cosas que resulten molestas y ella pensar que es algo que sí gusta y ¡nada que ver! Se vale hablar y decir claramente que sí y que no. Asimismo, hay que motivar a la otra persona a que también exprese lo que desea, lo que le excita o lo que de plano no.
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¡No hay que limitarse a la penetración! No me cansaré de decir que el coito ¡NO ES LA ÚNICA PRÁCTICA SEXUAL VÁLIDA! ¡Hay muchas más posibilidades! Creer que si no hay penetración el encuentro íntimo no tiene valor o está incompleto es sinónimo de ignorancia. Hay que darse vuelo con otras cosas: masajito (ahí tienes a HARU, YOI, a balitas vibradoras como ADA, AMY, ELA, etcétera- chécalas aquí), una buena sesión de besos húmedos y caricias, un faje, sexo oral, etcétera. Neta, ¡hay harto más que hacer! A convertir estas sesiones compartidas en toda una vivencia sensorial, ya sabes, con música, luz tenue, velitas, un aroma agradable, un buen aceite de masaje corporal, ¡el objetivo es relajarse y disfrutar!
- Hacer ejercicio de forma regular: A ver, hacer ejercicio libera estrés, además que ayuda a mejorar la autopercepción y también energiza. Así que, no se trata de matarse en el gimnasio, pero algo de actividad física hay que hacer.
- Sin miedo al éxito: Hay que tener esta visión de sí mismx teniendo sexo placentero, sin darle cabida al miedo o a sentirse insegurx. ¡Obvio que se puede! ¡Todo en esta vida se aprende!
- Ir a terapia: Sin lugar a dudas, hay que mantener a raya a esa ansiedad, así que tomar terapia ayudará a encontrar la raíz de los temores que la están detonando y a trabajar con técnicas que la van a aliviar. ¡Es una chulada ir a terapia!