Si al escuchar “juguete sexual” tu primera reacción es escandalizarse, entonces muy probablemente este talk sea para ti. 

Durante siglos, la sexualidad, especialmente para las mujeres y personas con vulva, ha sido un tema tabú. Donde nos han hecho creer que la sexualidad nos debe llenar de vergüenza, culpa y miedo. Pero ya no más. 

En la actualidad tenemos la oportunidad de derribar viejas creencias e informarnos respecto a nuestra sexualidad. Por esto, meibis, recopilamos y desmentimos los 10 mitos más comunes respecto a los juguetes sexuales:

1. “Los juguetes sexuales son únicamente para personas solteras”

Una creencia más común de lo que imaginamos, pero que no por ello quiere decir que sea verdad.

Los juguetes se pueden disfrutar en soledad, sí, sin embargo, también están diseñados para disfrutarse en pareja. Ya depende de lo que cada unx desee experimentar.

Aquí añadimos también que no hay razón para llamar a los juguetes “consoladores”, puesto que esta definición se le atribuye desde la visión machista de creer que si una mujer o persona con vulva se masturba con un dildo lo hace para “consolar” lo que le hace falta, y que en cambio si un hombre o persona con pene se masturba lo hace por autosuficiencia.

2. “Reemplazan a la pareja sexual porque no se está satisfechx”

De los creadores de “usa un ‘consolador’ porque está solterx” llega “usa un ‘consolador’ porque no está satisfechx con su pareja sexual”.

Ajá, casi siguiendo la misma línea del punto anterior. Muchas personas (en especial los hombres heterosexuales) pueden llegar a ver la inclusión de juguetes en la cama como una amenaza. Aunque resultan ser todo lo contrario. Ya que al usarlo lxs dos, complementa la vida sexual en pareja, y al usarlo individualmente también trae sus beneficios, como por ejemplo conocerse mejor y poder comunicárselo a la pareja.

Además, el placer en la intimidad se conforma de otras cuestiones más allá de la estimulación física, como por ejemplo de la conexión emocional, la confianza y el contacto con la pareja.

3. “Si usas juguetes te volverás adictx”

Este es claramente una creencia que puede llegar a limitar que una persona experimente si así lo desea. Sin embargo, es un caso similar a quienes consumen pornografía. Donde existe la posibilidad de volverse adictx pero dependerá de varios factores subjetivos y no necesariamente del juguete en sí.

Entonces, usar un juguete no significa que la persona no vaya a poder tener un orgasmo sin él, pero si se asocia directamente al juguete con el orgasmo puede darse el caso en el que se desensibilice a otro tipo de estímulos en un encuentro con la pareja sexual. Por ello, se recomienda variar las prácticas en la vida sexual para que esto no suceda.

4. “Los juguetes sexuales alteran la sensibilidad”

Muchxs piensan que usar juguetes llega a alterar la sensibilidad de la región genital, sin embargo, el uso de estos tiende a aumentar la sensibilidad en el clítoris, ya que ayudan a que la sangre fluya más rápido hacia los genitales.

Además, la debilitación del suelo pélvico con el paso de los años retarda y alarga la respuesta sexual, pero el uso de juguetes entrena la vagina y evita que esto ocurra.

También son muy recomendables para mujeres y personas con vagina con falta de lubricación vaginal, para aumentar la excitación. Y en el caso de los hombres y personas con pene, el uso frecuente de juguetes eróticos no solo aumenta el rendimiento sexual, sino que también ayuda a controlar los ritmos de eyaculación.

5. “Pueden ser nocivos para la salud”

Todos los juguetes sexuales pasan por exhaustivos controles que evitan que lleguen al comercio juguetes peligrosos.

Por ende, hay que investigar bien el material, las piezas, y las certificaciones que puedan tener los juguetes para cerciorarnos de su calidad. 

Además, es importantísimo que sigamos las instrucciones recomendadas por el fabricante y prestar especial atención a la higiene. Por ejemplo, limpiarlos bien antes y después de usarlos, y guardarlos en un lugar limpio y seco para evitar poner en riesgo nuestra salud.

6. “Los juguetes sexuales tienen género”

Una creencia bastante común: o lo usan mujeres o lo usan hombres homosexuales. Pero, ¿por qué limitarlo?

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Si bien hay juguetes que están diseñados para vulva o para pene, esto no quiere decir que se puedan usar exclusivamente para esas zonas. La creatividad durante la sexualidad es tan amplia y vasta, que sería un desperdicio no aprovecharla. 

7. “Los lubricantes solo se utilizan si hay falta de lubricación”

Aunque no estamos hablando de un juguete en sí, el lubricante también posee su propio mito.

Sea por falta de educación sexual o porque no se ha probado antes, muchas mujeres o personas con vulva no consideran usar lubricante durante sus encuentros, sin embargo, una vez lo pruebas no hay marcha atrás.

Los lubricantes son un buen aliado, tanto por los aromas, sabores y sensaciones que provoca (como por ejemplo el efecto frío-calor), ya que intensifican el placer y vuelven el encuentro mucho más gratificante para ambxs.

8. “Solo los pervertidos los usan”

Esta afirmación, además de ser falsa, es el claro ejemplo de lo que la desinformación puede causar.

Los juguetes sexuales, en todas sus variedades, son utilizados por personas que buscan experimentar en su vida íntima, conocerse a sí mismxs o incluso romper con la monotonía en pareja.

9. “Los juguetes sexuales son para parejas jóvenes”

La sexualidad en el adulto mayor ya está por sí misma llena de mitos y prejuicios. Entre los que podemos incluir que se piensa que no pueden disfrutar de los juguetes sexuales.

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Pero como cualquier pareja, innovar y experimentar puede aportar mucho a la vida sexual de ambxs, sin importar la edad.

10. “Las sexshops solo son visitados por pervertidxs o adictxs al sexo”

Se tiene mucho la idea de que las personas que asisten a estos lugares son pervertidxs o adictxs al sexo, y por ende juzgamos a quien vemos entrando o saliendo, o por el contrario nos limitamos a no asistir a una por miedo a las críticas. 

Pero nada más lejos de la realidad. Las sexshops, como meibi, son lugares donde buscamos informar a las personas y brindarles ese espacio y herramientas para vivir su sexualidad libremente.

Además de que en la actualidad ya ni siquiera es necesario asistir presencialmente, pues también existe la posibilidad de adquirir en internet (de manera muy discreta por cierto).

Ey, meibis, recuerden que la sexualidad es algo muy personal y que la forma en que se viva solo depende de ti (o de ti y tu pareja), por ello no hay ninguna limitación.