La menstruación es una experiencia que viven millones de mujeres y personas que menstrúan en todo el mundo. Sin embargo, no es hasta este año que se realizó el primer estudio que compara la absorción de diferentes productos menstruales utilizando sangre humana real.

Un equipo de investigadoras lideradas por la Dra. Bethany Samuelson Bannow, del Departamento de Medicina de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, dio un paso revolucionario al dejar de lado las soluciones de agua o salinas para entender mejor y desmitificar el sangrado menstrual abundante y redefinir cómo comprendemos y manejamos la menstruación.

El estudio Red blood cell capacity of modern menstrual products: considerations for assessing heavy menstrual bleeding, publicado en agosto de este año, en la revista especializada: BMJ Sexual & Reproductive Health se centró en analizar: “tampones, toallas sanitarias, copas y discos menstruales y ropa interior menstrual para determinar su capacidad máxima de absorción o llenado utilizando concentrados de glóbulos rojos humanos vencidos. Se registró el volumen de sangre necesario para la saturación o llenado del producto”.

La investigación busca probar la absorción de los productos comerciales y prevenir enfermedades como la menorragia o el sangrado menstrual abundante y obtener mayores precisiones del cuerpo de la mujer.

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Sangrado menstrual abundante

En particular, el sangrado menstrual abundante, afecta aproximadamente a un tercio de las mujeres y personas que menstrúan. Este diagnóstico se brinda por anamnesis, eso quiere decir que evalúan la cantidad de productos menstruales desechables tradicionales, como toallas sanitarias y tampones, que una persona utiliza durante una hora, este fenómeno ha sido poco comprendido y rara vez actualizado a pesar de la evolución de productos menstruales modernos. 

Y dentro de estos productos, sólo los tampones se someten a pruebas de capacidad de absorción reguladas por la industria. Por lo que a medida que aumenta el uso de productos menstruales alternativos, como calzones menstruales y copas, es necesario comprender cómo se compara la capacidad de estos productos con la de los productos estándar.

El estudio también destaca otros factores que influyen en la menstruación, como los alimentos con alta carga hormonal y el acceso limitado a la atención médica. Los cambios en la dieta, como el consumo de pollo o verduras transgénicas, han contribuido a que la menstruación comience a una edad más temprana. Además, las dificultades en el acceso a la atención médica han llevado a que condiciones como la endometriosis afecten la calidad de vida durante los días de menstruación.

Existen productos menstruales nuevos y otros mal etiquetados

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que muchos productos menstruales están mal etiquetados en cuanto a su capacidad de absorción al momento de probarlos con sangre humana real, la cual es más densa que el agua y contiene células sanguíneas, secreciones vaginales y tejido endometrial, lo que cambia su manera de absorción.

Antes de esta investigación, los fabricantes utilizaban soluciones salinas o agua para estimar la absorción, lo que no reflejaba adecuadamente la viscosidad y la composición de la sangre menstrual real.

La copa o discos menstruales es una solución olvidada, pues el estudio resalta la capacidad excepcional de absorción de las copas menstruales, lo que plantea preguntas sobre su exclusión de las medidas actuales de sangrado abundante. Se sugiere que las copas menstruales podrían ser una solución eficaz y sostenible, incluso como parte de políticas públicas para proporcionar copas menstruales gratuitas a jóvenes desde temprana edad.

La menstruación es un tabú

Este estudio tiene un impacto importante al desmitificar la menstruación y desestigmatizar los productos menstruales, particularmente las copas menstruales, que a menudo enfrentan estigmatización debido a su inserción vaginal. Además, destaca la necesidad de comprender mejor lo que constituye un período 'normal' y cómo las medidas actuales a menudo dejan de lado la diversidad de experiencias menstruales.

El hallazgo del estudio fue “encontrar una variabilidad considerable en la capacidad de volumen de glóbulos rojos de los productos menstruales. Esto enfatiza la importancia de preguntar a las personas sobre el tipo de productos menstruales que usan y cómo los usan”. Además, evidenciaron la importancia de conocer la capacidad de los productos menstruales más nuevos y conocer las diferentes experiencias menstruales, con el fin de que lxs médicxs puedan aportar un mejor diagnóstico y tratamiento para las personas que sufren sangrado menstrual abundante.

Aunque aún queda mucho por descubrir, estudios como este nos llevan hacia un futuro donde la menstruación ya no sea estigmatizada ni malentendida, sino que se comprenda en toda su complejidad y diversidad.