GUÍA PARA TENER TU PRIMER SQUIRT
¡Hey, meibis! Ya que algunxs consideran que el squirt es algo imposible de alcanzar, pero que desean experimentar solxs o en pareja, hoy decidimos traer para ti una lista de consejos que pueden ayudarte a lograrlo.
¿Qué ocurre en tu cuerpo durante el squirt?
Para comenzar a hablar sobre squirt es importante definirlo, ¿no?
El squirting ocurre regularmente tras estimular la zona G. Es la expulsión, por la uretra, de un fluido claro, abundante y sin olor.
Importantísimo recalcar, meibis, que NO está estrictamente relacionado con el orgasmo, puede experimentarse antes, durante y/o después del mismo.
Y otra cosa, squirt y eyaculación femenina no son lo mismo.
¿Cómo se siente un squirt?
Quienes lo han experimentado afirman que cuando estás cerca sientes unas enormes ganas de orinar (aunque, ajá, claramente no es orina).
¿Cómo puedo aprender a hacer squirting si no me sale automáticamente?
Sí, sí, mucha explicación sobre los fluidos (pero necesaria).
A lo que venimos.
Primero que nada, unas recomendaciones:
- Como cualquier técnica nueva, te recomendamos practicarla solx primero. Ya que así te tomarás tu tiempo y dedicación en conocerte y disfrutar la experiencia sin presiones.
- Elige un momento y un lugar sin interrupciones.
- Asegúrate de beber suficiente agua antes de (es importante de por sí para un buen desempeño sexual y para aumentar la lubricación natural del cuerpo).
- Mantén tus uñas cortas y limpias.
- Ten un LUB al alcance.
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Coloca toallas debajo de ti si tienes miedo de mojar algo.
Ahora sí, viene lo chido, la guía para tu squirt:
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Prepara tu cuerpo
Tener un squirt puede requerir un poco más de preparación, pero créeme que valdrá la pena.
Como lo mencionamos, cuando estás a punto de llegar al squirt sientes que tienes ganas de orinar, y si no tienes la certeza de que no es orina, lo que harás será reprimir la salida del fluido. Si orinas antes de, podrás relajarte y dejar salir con seguridad lo que tenga que salir.
Fantasea, excítate y estimula tu clit (si es necesario usa LUB).
Algunxs recomiendan llegar al orgasmo antes de centrarte en el squirting, ya que el punto G estará firme y será más fácil encontrarlo.
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Estimula el punto G
Si no tienes ni idea de qué es el punto G, tranqui, aquí te explicamos.
En la entrada de la vagina, se puede ubicar hacia arriba, detrás del hueso púbico, para ser más exactxs. Es una pared interna con sensación como de paladar.
Para estimular esta zona puedes ayudarte de tus dedos o de un juguete sexual curvado como NINA (que además dará amor a tu clit). Ah, y no olvides el LUB.
También puedes poner una almohada debajo de tu trasero para elevarlo y así tener un mejor acceso.
La membrana entre el recto y el canal vaginal es muy fina, por lo que está la opción de alcanzar el punto G a través de la estimulación anal. Hay incluso quien lo prefiere porque es menos intenso y más placentero.
En fin, una vez que encuentres el punto G viene el trabajo arduo. Presiona firme y consistentemente. Puedes empujar, hacer círculos o, si usas los dedos, doblarlos hacia delante y hacia atrás (haciendo el famoso “ven, ven”).
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No pares
La clave está en mantener un ritmo constante con una presión fuerte.
Quienes han conseguido un squirt dicen que un movimiento enérgico o una penetración intensa puede ayudar.
Cuando las ganas de orinar sean muy intensas, debes levantar las caderas y presionar los glúteos, sin detener la estimulación fuerte.
Para muchxs es difícil porque se contradice con lo que hacemos cuando tenemos orgasmos, ya que apretamos la vagina y reducimos la energía. Pero con el squirting hay que empujar y aguantar.
Ajá, sabemos que es complicado porque estamos programados para no hacernos pipí encima, así que la mente también juega un papel importante.
¿Cómo lo hago con otra persona?
Muchxs son capaces de hacer squirting mientras tiene sexo con otra persona.
Las mismas técnicas de movimientos que mencionamos antes sirven aquí: dedos o un juguete curvado presionando hacia el ombligo para estimular el punto G.
Como los penes y los dildos normalmente no pueden doblarse, es posible que la penetración no sirva para conseguir esa estimulación directa necesaria para el squirting. Pero puedes probar posturas que permitan una penetración más profunda, como la de la cuchara.
Como con cualquier “primera vez” sexual, aprender a hacer squirting puede requerir práctica y exploración.
Recuerden, meibis, lo importante es el camino y no el destino.
No te obsesiones con conseguirlo a la primera, disfruta y conócete. Seguro descubrirás nuevos puntos de estimulación que no sabías que tenías.