Empecemos por el principio ¿qué es eso de tener una cita? ¿Para qué sirve?

Básicamente, la cita es este encuentro que se da entre dos personas, donde fijan de mutuo acuerdo una hora, fecha y lugar para conocerse mejor. Hacer todo esto, tiene como principal meta el obtener más información para determinar si se quiere o no construir una relación más íntima o de pareja.

Me parece que pueden existir un montón de expectativas alrededor de las citas, es común que, en esa primera salida, busquemos empatizar y causar una buena impresión en la otra persona. Es por ello, que la gente suele esforzarse mucho, por ejemplo, se visten con su mejor “outfit”, se ponen un perfume que huela rico, planean con tiempo el lugar a donde irán, lo que van a comer, las actividades que harán…

En fin, puede haber todo un ritual alrededor de esto con tal de impactar positivamente al otrx. La neta las primeras salidas son emocionantes, pero, muchas veces nos dejamos llevar demasiado por las expectativas, al punto, que dejamos de poner atención en lo importante y dejamos el goce a un lado.

Entonces, para que nada nos saque de onda y vayamos más tranquilxs además de conscientes a este tipo de encuentros, aquí proponemos 24 cosas que se necesitan saber para que las citas sean un momento para disfrutar y no para padecer:

1. ¡Sin miedo al éxito! Si nos gusta alguien pues ¡a lanzarse! ¿Qué puede pasar? ¿Que nos diga que no? No hay que quedarnos con las ganas de invitar a esa persona que nos atrae, ¿qué tal que a los años nos enteramos de que sí le interesamos y nunca hicimos nada? A veces nuestras inseguridades nos frenan a buscar lo que queremos, neta, ¡no pasa nada! Tener miedo al rechazo puede paralizarnos, pero ¡no lo permitamos! Que una persona nos diga que no le interesa salir con nosotrxs, no nos condena de por vida, nos encontraremos con más gente.
   
2. ¡A relajarnos! Queremos conocer a esa persona y que, a su vez, nos conozca ¿cierto? Entonces, no es necesario tanto show ni rollo, basta con ser quienes somos y evitar caer en ser condescendientes sólo por agradar. ¡Sí! Es cierto que queremos que esa persona que nos atrae mantenga su interés en nosotrxs, pero, cuando desde el principio concedemos todo el tiempo, si esa relación llega a consolidarse, pueden incomodarnos esas cosas que ya dimos y que, ni siquiera nos agrada hacer. ¡No pasa nada por ser auténticxs! ¡Al contrario! A llevarla más “relax” y a mostrarnos así, sin engaños ni trucos… Y, si con eso logramos la conquista, ¡pues qué chido! Si por el contrario, la otra persona pierde interés, pues no hay de qué preocuparse, ¡ya conoceremos a alguien más!
3. ¡No es necesario quebrarse la cabeza para hacer algo que sea divertido y original! A ver, el objetivo de las citas es CONOCERSE y, ¿cómo se logra esto? Pues conversando ¿no? Entonces, lo más indicado será ir a tomar algo, comer juntxs o de plano dar un paseo, ¡sí! Ir a caminar…  Cualquier otro plan es posible que distraiga demasiado y nadie pueda centrarse en realmente irse descubriendo.
4. Dejemos las idealizaciones a un lado. Si algo vemos publicada por todos lados, es esta idea que todo debe ser perfecto en la primera cita, ¿por? ¿Por qué todo debe ser así? ¡No hay tal cosa como la perfección! Estamos hablando de una interacción entre humanos, pueden pasar cosas que no están bajo nuestro control, así que, dediquemos nuestra energía a simplemente ir disfrutando de lo que va ocurriendo.
5. ¡A poner atención! Si ya estamos saliendo con alguien, lo suyo es que en las citas dejemos el celular a un lado, que pongamos toda nuestra atención en la otra persona para de verdad, conocerla. Sino ¿qué chiste? No hay peor cosa que sentirse ignoradx porque estamos presentes con el cuerpo ahí, pero la mente en otra parte… ¡Disfrutemos del aquí y ahora!
6. ¿Sexo en la primera cita? ¿Sí? ¿No? A ver, si apetece tener sexo desde esa primera cita, pues ¡qué bien! ¡Adelante! ¿Qué hay que juzgar? ¡NADA! ¡Dejemos las complicaciones y los juicios a un lado! Lo que sí es cierto es que, si nos vamos a lanzar al ruedo, hay que hacerlo de forma segura: usar condón, barrera bucal, que haya consentimiento, hablar sobre límites, pedir lo que se quiere, se vale ¿no? ¡Es momento para conocerse y hay que aprovechar la ocasión! Y por favor, que no nos preocupe si la otra persona puede “perder el interés” en nosotrxs por haber tenido sexo, que alguien se quede o no en una relación, depende de muchos factores.

Por otra parte, si no se está totalmente convencidx o preparadx para tener intimidad en esta primera cita, pues tampoco es obligatorio, ¡jamás hay que hacer algo por sentirnos presionados o comprometidxs! Ni tampoco si estamos un poco pasadxs de copas… Recordemos, las citas son para conocerse mejor y en estados alterados de la conciencia, pues no hay oportunidad para ello…

 

7. ¡Hay que ser previsores! No sabemos si habrá o no sexo, pero eso, no significa que no vayamos preparadxs… ¿Qué tal que la chispa se enciende y los planetas se alinean? Además, hacer esto es practicar el “autocuidado” y ser congruentes para lograr una salud sexual plena. Entonces, no pasa nada si tenemos a la mano:

8. ¡Evitemos andar “stalkeando”! A veces la curiosidad nos gana y nos ponemos a investigar sobre la otra persona en todas sus redes sociales. Hacemos inferencias, sacamos conjeturas y la neta, podemos equivocarnos totalmente en los juicios que estamos haciendo. Pensemos, en las redes sociales NO SIEMPRE PUBLICAMOS LA VERDAD, entonces, basarnos en lo que ahí vemos no servirá de mucho para conocer profundamente al otrx. Así que, con cuidado y con criterio.
9. ¡Se vale sentirse emoción! Las citas generalmente deben ser agradables, no algo por lo que estar constantemente estresado. Así que, ¡disfrutemos!
10. No podemos controlar lo que la gente siente por nosotrxs, pero sí podemos controlar cómo reaccionamos a cómo se sienten. Entonces, ¡a relajarnos! Si la cita resultó bien, ¡pues chido! Si no, pues también, al final, fue una oportunidad para conocer a alguien nuevo, si aquí no fue, pues habrá otra persona con la que nos sintamos a gusto y con quien sea recíproco… No hay prisa y ¡a seguir con nuestras vidas! ¡El mundo no se acaba ahí!
11. No nos andemos con rodeos ni juguemos con la otra persona. Mejor ser honestxs ¿no? Ser derechxs y responsables afectivamente es una forma eficaz para construir relaciones estables y duraderas. Cuando nos “andamos por las ramas” las cosas seguramente no saldrán bien y alguien sufrirá las consecuencias. ¿Queremos solo sexo? Pues se puede decir directamente y ya la otra persona decidirá (pero con la información correcta y sin esperar de más) si le entra o no. ¿Queremos otro tipo de relación? ¡Pues también podemos expresarlo! Ser clarxs con nuestras intenciones es fundamental para que sea cual sea el tipo de relación que ahí armemos, se base en algo más sano.
12. Debe sentirse fácil, nunca tóxico. ¡Sí! Pongamos atención en las dichosas “banderas rojas”, si algo no es congruente con nosotrxs, si algo se siente “raro”, si vemos conductas en la otra persona que nos hacen sentir incomodidad o de plano la intuición nos salta y advierte que “ahí no es”, de verdad, pongamos atención. A veces por no estar solxs, obviamos las señales de alarma y nos exponemos a sostener una relación donde no estaremos segurxs, tranquilxs y contentxs. ¡Escuchemos y observemos lo que vamos sintiendo!
13. Invitemos al “prospectx” a estar con nuestros amigxs desde el principio. La verdad es que si se nos pasó algún detalle importante o pasamos por alto “señales de alarma” sobre la persona con la que estamos saliendo, nuestrxs amigxs detectarán aquello que no vimos y seguro nos aconsejarán algo bueno.
14. Al principio, estamos marcando el ritmo de la relación, ¡seamos inteligentes! ¡Sí! Es justo ahora, cuando empezamos, que podemos poner las cosas sobre la mesa y armar los acuerdos sobre los que se basará la relación que estamos construyendo. ¡Aprovechemos el momento! A comentar con claridad lo que necesitamos, lo que nos gustaría y a escuchar al otrx, ¡es el instante oportuno para negociar!
15. Nunca usemos a alguien para superar a otra persona. Esto no es justo… Pensemos, quien sale con nosotrxs pues tiene ganas de conocernos y sí, posiblemente lleve consigo alguna expectativa, entonces, usar a esa persona para olvidar a otra, no es muy honesto que digamos, recordemos ser responsables afectivamente, lo que hagamos, seguramente tendrá un impacto en la otra persona, entonces, ¡a tener un poco de consideración! Además, nos la vamos a pasar haciendo comparaciones, no seremos capaces de llenar vacíos, nos sentiremos mal con nosotrxs mismxs y posiblemente terminemos hiriendo a quien no se lo merece. Así que, cerremos una cosa antes de empezar la siguiente.
    
16. ¡También se vale bloquear gente! ¡Sí! Debemos darle prioridad a nuestra salud mental y si saber de alguien o toparnos con esa persona por redes sociales nos causa incomodidad o nos hace daño, ¡es válido tener contacto cero!
17.  No hay que sentirnos mal por estar tristes cuando solo tuvimos un par de citas. Muchas veces es la pérdida de la esperanza lo que hiere, pues visualizamos algo lindo en nuestro futuro y por lo que sea, no se materializó. ¡Está bien sentirnos así! Pero una cosa es segura, ese malestar será pasajero, pero está bien aceptarlo y lidiar con las emociones que se vayan sintiendo… ¡Nada de avergonzarnos!
18.  Sí, a veces hay que lidiar con las expectativas que tenemos. Tener expectativas es normal, sin embargo, debemos mantener “los pies bien puestos sobre la tierra” y no dejarnos llevar por nuestros anhelos. El problema de las expectativas es que no suelen parecerse a la realidad, sino que se construyen con base a lo que deseamos, a nuestro imaginario de lo ideal, a nuestras experiencias y generalmente, poco tienen que ver con la otra persona. Sí, es habitual que esas expectativas que nos hacemos se alejen mucho de aquello que verdaderamente es la otra persona, de lo que ha mostrado y dado, y lo que hemos hecho, ha sido crear toda una fantasía que es imposible que la pareja nos cumpla por completo. Esto genera desilusiones, desmotivación, conflictos y discusiones que provocan continua frustración. Entonces, lo que toca, es ser francxs, hablar sobre lo que necesitamos, lo que queremos, lo que esperamos y dejar que la contraparte nos aclare que sí y que no está dispuesta a dar. Así fincaremos la relación sobre algo más sólido y no sobre aire… Y esto, ¡claro que lo podemos hacer desde la cita número uno!
19. ¿Y el dichoso “ghosting”? Si por mala suerte, después de salir y tener citas un par de veces nos la aplicaron y de pronto, esa persona con la que salimos no aparece de nuevo, no responde mensajes, nos deja en “visto” y demás, pues bueno, es cierto que la sensación es súper rara, que puede que nos preguntemos qué hicimos mal, sin embargo, que nos topemos con alguien así, ¡no tiene que ver con nosotrxs! ¡No nos martiricemos! Hay personas que desconocen lo que es la responsabilidad afectiva y que, prefieren actuar de esa forma un tanto cobarde, antes de ser directxs y decir que: mejor como amigxs o que no quieren continuar saliendo… Sí, esto de “ghostear” puede resultar hasta doloroso si fuimos víctimas de ello, incluso podemos atravesar hasta por un duelo, pero esa sensación fea, no durará para siempre y la superaremos.
20.  ¿Y si todo fue a través de una app de citas? Está bien si quedamos con alguien y lo hicimos con una aplicación, al final, volvemos a lo mismo, ¡el objetivo es conocerse! Y, aunque existe mucho prejuicio al respecto, que si las aplicaciones son para gente desesperada y tonterías de esas,  no deberíamos darle importancia a esos comentarios. Lo que sí debemos hacer es tener conciencia de lo siguiente:
21. A veces la persona no se parece mucho a como se muestra en la foto. Entonces, acudamos a la reunión sin esperar demasiado y, bueno, puede ser que nos sintamos atraídxs o no, así que con calma…
22. También es cierto que podemos encontrarnos con falta de compromiso o implicación por parte de la otra persona. Muchxs usan estas apps no para una relación larga necesariamente, sino más bien para una noche de pasión, cosa que también se vale… Sólo comunicación clara y nuevamente, responsabilidad afectiva para que no haya daños colaterales.
23. Ojo de nuevo con las expectativas. A veces se nos da muy bien esto de chatear, nos sentimos protegidxs y más sueltxs detrás de nuestros teléfonos, pero cuando estamos frente a frente la interacción puede no fluir como antes, pero tranqui, ya se irá rompiendo el hielo. Asimismo, no nos llenemos de ideas sobre cómo es la otra persona, a ver, la estamos contactando a través de una aplicación, así que tranqui, para que cuando por fin la tegamos delante, dediquemos nuestra energía a conocerla y no nos imaginemos más de lo que es.
24. La primera cita que sea en un lugar público. No conocemos a esta persona y detrás del celular pues podemos ser quienes queramos y los engaños ocurren. Entonces, por seguridad, realicemos el encuentro en un lugar donde haya gente alrededor y también, avisemos a nuestro contacto de confianza dónde estamos y demás detalles.
    

En conclusión, seamos empáticxs, llevemos los encuentros con esa persona de una forma relajada, sin expectativas, observemos bien lo que ocurre, hagamos todo lo posible por realmente conocernos, seamos respetuosos, practiquemos la responsabilidad afectiva y el consentimiento… Cuidémonos y cuidemos al otrx…

¿Qué les parecieron estas 24 cosas sobre las citas? ¿Qué más agregarían?