¿Dar o recibir placer?
¿Te has quedado con ganas después de coger?
Te entiendo, yo también. Ese mix de emociones de quedarte con ganas de que te sigan tocando o de irte ASAP de ahí porque el encuentro no cumplió las expectativas. Sírvanme un juguito de chale.
“No sabe coger”, “solo él se vino”, “tal vez no se coger bien” entre otros pensamientos suelen invadir nuestra cabeza porque existe la tendencia de culpar a la otra persona por no lograr ese momento de éxtasis cuando nos olvidamos que sentir placer es nuestra responsabilidad.
Es por eso que en este talk descubrirás cómo conocerte y descubrir tus zonas de placer para que jamás tengas que volver a pasar por una mala cogida. Para comenzar, hagamos un pequeño test…
- ¿Sabes qué es lo que te gusta? (ej. usar juguetes sexuales, practicar bdsm, sexo lento, jugar con temperaturas, etc.)
- ¿Conoces cuáles son los lugares donde disfrutas que te toquen? (ej. besos en el cuello, vibraciones en la rodilla, masaje en los pies, etc.)
- ¿Qué te excita? (ej. fajar en el coche, ver una pareja besándose, escuchar gemidos, leer libros eróticos, etc.)
- ¿Te has tocado? (psst… con tu mano, un objeto o un juguete)
Si tu respuesta fue SÍ a todas las preguntas, ¡Felicidades! Sabrás muy bien de lo que estoy hablando en este talk. Si en alguna pregunta tu respuesta NO, es momento de que hablemos de un tema serio e importante…
Ser dueñx de tu placer.
Existe mucho debate sobre la incapacidad de varias personas para coger “bien” pero es aquí donde entra la importancia de la palabra responsabilidad. Nadie nace con habilidades sobrenaturales de dar ni de conocer nuestro propio placer. Cada cuerpo es único y tiene su propia fórmula pa’ sentirse bien y bonito y ¿Cómo esperamos sentir placer si no le decimos cómo, cuándo y dónde nos sentimos bien?
Piensa en algo que te encanta hacer y en cómo te hace sentir ¿Lo pensaste? Ahora imagina en cómo te sientes cuando compartes ese momento con alguien y en cómo lo disfrutas tu mismx. Cuando se trata del placer sexual la dinámica es la misma; es conocer e identificar esas acciones, sensaciones y prácticas que te generan placer para después poderlas compartir con alguien y disfrutarlas.
Pero ¿cómo sé qué es lo que me da placer?
Dejemos a un lado el pensamiento de que únicamente en los genitales somos capaces de sentir placer y recordemos que todo nuestro cuerpo es un templo erótico (Lee más sobre la zona erógena más grande aquí). Para descubrir nuestro placer debemos ser conscientes de cómo podemos recibir estímulos: por medio del gusto, olfato, tacto, oído y la vista. Cuando hablamos de placer sexual nos referimos a sensaciones que disfrutamos y gozamos, y que mejor que conocer todo lo que nos gusta para compartirlo en una relación sexual con alguien.
¡Tócate! Conoce cada área de tu cuerpo, descubre dónde sientes bien y recuerda no limitarte únicamente en los genitales. Toca tu cabeza, tus piernas, tus rodillas, tus orejas, espalda, vientre, pecho, pompas, pies… Si le preguntáramos a cada persona donde siente “rico” nos daríamos cuenta que todo el cuerpo es un Punto G. Existen zonas del cuerpo que son muy sensibles sexualmente, con muchas terminaciones nerviosas y que pueden producir sensaciones muy placenteras; es lo que llamamos las zonas erógenas.
Descubre nuevas formas de erotizarte como escuchar audios eróticos o una playlist con música para fantasear en un escenario, usar un juguete sexual aprueba de agua mientras te bañas, leer un relato erótico, jugar con aceites mientras te das un masaje… Para el placer no existe receta, el placer es único en cada cuerpo.
Cuando tengas toda esta información, estarás listx para comunicar a tu pareja que deseas y no volver a tener una mala cogida.