REENCUENTRO
Te siento, por fin te siento.
Ahora sé lo que es sentir tu aliento cerca y tus labios recorriendo mi piel, después de dos años de confinamiento, logro tenerte a mi lado, no imaginas las noches que te soñé en mi cama, pensando en lo maravilloso que sería despojarnos de cualquier pedazo de tela que nos impidiera estar piel con piel.
Estamos aquí con una conexión real no a través del WiFi, nuestras almas se unen con un beso intenso de sabor dulce, mis manos exploran cada centímetro de tu piel con ese aroma embriagante. Tus lunares se vuelven constelaciones, te miro a los ojos y el deseo por volvernos uno se vuelve más intenso, te quiero dentro de mí.
Sujetas mi cintura y me acercas a tí, subes tus manos por mi bata de seda, has encontrado mis senos, quiero posar mis manos en tu sexo.
La luz de las velas reflejan en las paredes nuestros cuerpos en unión, mi cuerpo cabalgándote, mis senos rozando tu pecho.
Envueltos en esas sábanas blancas, encuentras mi cuerpo erotizado, entras por mi entrepierna con una suave caricia, te vuelves marinero y desembocas en mis aguas más profundas, tu mano comienza a recorrer mi cuerpo, pasando por mi vientre, recorres mis pechos, comienzas a rozar con fuerza mis pezones, se vuelven rígidos.
Tu mirada regresa a mis aposentos, siento tu aliento cerca de mi vulva y tu lengua comienza a saborear mi miel brotando de mi sexo, mi piel erizada, mi garganta emite sonidos de placer, te miro desde mi altura y nuestros ojos cruzan miradas, notas mi cara deformandose de placer.
Sin decir ni una palabra, mi lengua se aproximan a tu glande, recorre cada una de tus venas, mis labios besan tus testículos. Escucho mi nombre salir de tu pecho, me observas, comienzas a gemir.
Me atraes con tus manos y me das un beso, me coloco con la mirada en las sábanas, tú entras en mí y con un vaivén saciamos el deseo carnal que por meses estuvimos esperando, nuestros gemidos se vuelven coro, con nuestras manos entrelazadas, los cuerpos húmedos, tu lengua pasa por mis clavículas y devorar a besos mi cuello siento tu aliento cálido sobre mi piel, nuestros cuerpos se vuelven fuego, comenzamos a sentir una descarga eléctrica de placer, comienzo a sentir un río proveniente de ti, tomando su curso en mis nalgas.
Sin mucho qué decir nos abrazamos, solo nos queda contemplar nuestros cuerpos en este momento de placer.