DESEOS
Quiero acunar en ti, y que nuestros tejidos se reconozcan, que nuestra piel se erice y se enganche milímetro a milímetro, que se resista a alejarse y nos mantenga como uno solo, aislándonos en un pequeño oasis, ahí entre las sábanas, las risas, ese lunar en tus labios y el deseo.
Quiero anidar en tus brazos y que estos no se resistan, que los abrazos sean necesarios como el aire puro, que tus dedos se rehúsen a desprenderse de mi cuerpo, y que después de admirar tu mirada lobuna todo se vuelva voraz.
Que no sea mecánico, ¡que sea desbordante y vehemente!, casi como tomar una bocanada de aire después de estarse ahogando y el pecho quede ardiendo.
Quiero sentir tu pulso y saber que mueres por un beso, que la inanición te mata el alma y que tenernos a pocos centímetros duele, pero el consuelo nos arropa al recorrer esas milésimas de infinitos que nos separan.
Que cuando nuestros labios se rocen sea un segundo de reconocimiento, como la primera vez que la aguamiel de tus rincones explotó al compás de mis gemidos, que se vuelva tosco, rudo, hambriento, que el lado salvaje de tu alma sea libre y nos amemos así, sin tapujos, que disfrutes, supliques y te retuerces de emociones y sentimientos.
Que mueras una y otra vez entre orgasmos, que veas universos, estadios o el paraíso, las galaxias, las estrellas, vayas a saturno o Plutón y regreses, que sucumbas a los hechizos del deseo hasta que tu alma resplandezca.
Quiero que cada mirada, cada abrazo, cada beso sea una primera vez, que te llenes de suspiros, que tu piel se erice y respire, exhale el aroma embriagante y cuando tus ojos este al borde del colapso y caigas en brazos de Morfeo susurres en mi frente: "te amo".