¿CÓMO SABER SI TENGO UNA BUENA AUTOESTIMA SEXUAL?
Primero, ¿qué es la autoestima sexual?
Es la valoración que tienes de ti mismx con respecto a los diferentes temas sexuales: cómo te comportas sexualmente, la comodidad que sientes con tu cuerpo, cómo eres para otras personas, cómo de merecedorx de placer te sientes, etc. En otras palabras, es la estima positiva y la confianza en la capacidad para experimentar la sexualidad de un modo satisfactorio y placentero.
Antes haz el quiz: ¡Descubre tu AUTOESTIMA SEXUAL! Para saber qué necesitas trabajar en tu autoestima sexual y desarrollar más tu relación con tu sexualidad.
¡Chale! ¡Urge subir esa autoestima sexual!
Es urgente que te pongas “manos a la obra” y trabajes en tu autoestima sexual.
No le des protagonismo a esa autocrítica: típico que esa vocecita interior a veces te dice cosas negativas. Todas la tenemos, pero lo importante es no clavarse en ella, dejarla pasar y reemplazar los pensamientos negativos por otros más positivos. No te dejes influenciar porque luego esa voz es la que provoca sabotajes.
Realiza autoafirmaciones: repite en tu mente en o en voz alta afirmaciones positivas que alimenten tu autoestima, por ejemplo: “me veo súper con ese outfit”, “tengo un cuerpo lindo”, “la neta sé que hago unos orales deliciosos”, “lo que no sepa hacer, sé que puedo preguntar a mi pareja cómo le gusta”, “sé que puedo expresarme con confianza mientras tengo intimidad”, etc.
Recuerda que eres totalmente deseable, que tu cuerpo es increíble y ten en cuenta todas las sensaciones que vienen de él y valóralas. Dale a tu cuerpo la atención y cariño que se merece, ¡es tuyo y es increíble!
Busca información sobre erotismo, técnicas para dar masaje, sobre cómo funciona tu cuerpo y su respuesta sexual. Es habitual pensar que no se tienen los conocimientos necesarios o que te gustaría tener más experiencia en sexualidad para hacer disfrutar a la otra persona (o incluso disfrutar tú mismx), pero si ya descubriste esto, entonces a leer, a buscar fuentes fidedignas y a darte sesiones de autoconocimiento para que conectes más con tu cuerpo y sus sensaciones. También puedes tener noches de masaje en pareja para irse descubriendo mutuamente y hablar sobre lo que sienten y les gusta.
Son muchas las formas de mantener sana tu autoestima sexual, pero lo más importante es que te aceptes y te quieras, que te sientas con total confianza de platicar con tu pareja sexual sobre lo que sientes, que jamás te sientas obligadx a “hacer algo” que no te gusta nada, sólo por complacer. Hablar claro y desde la empatía ayuda a construir una vida sexual placentera. ¡No temas! ¡Trabaja en ello!
No temas pedir ayuda puedes acudir a un/a profesional de la salud mental o sexólogx para quitarte miedos e inseguridades, neta que la terapia es increíble. ¡Hazlo!
¡Ahí vas! Pero no dejes de trabajar en ti para mejorar tu autoestima sexual
Tu autoestima sexual podría ser más saludable, digamos que casi llegas a ese punto en donde todo está chido. Es importante revisar tus inseguridades (obvio que todxs las tenemos), para que te sientas mucho más cómodx y en confianza con tu propio cuerpo y tus habilidades en la cama.
Así que, nuestra recomendación, es que, revises esa valoración que tienes de ti, para que te sientas más atractivx, evites esos pensamientos disruptivos que te distraen del momento presente, vivas con mayor armonía y disfrutes de vida sexual al máximo.
¿Cómo hacerle? Date muchos momentos para ti, ponte frente al espejo y observa tu cuerpo… ¿Qué te gusta? ¿Qué emociones te provoca el mirarte? Todo esto para para que logres verte desde tus propios ojos , de una forma mucho más realista y compasiva sin que los tontos cánones de belleza o los comentarios de otras personas intervengan.
También, recuerda que cada encuentro sexual es único, que debes ir sin expectativas y simplemente abandonarte a la experiencia y a vivir lo que éste momento presente te está regalando. Lo que hace que una relación sexual sea súper chida, tiene más que ver con la autoaceptación, con dejar de lado una severa autocrítica y saber comunicarte con tu pareja sexual con mucha claridad, empatía y respeto. La sexualidad es parte inherente de toda persona y debería vivirse con mucho disfrute, responsabilidad, sensatez y seguridad.
Mucha autoestima sexual, pero nunca dejes de trabajar en ella para mantenerla sana
¡Qué chido! ¡Tú sí sabes! Tu autoestima sexual es alta. ¡Qué increíble que hayas aprendido a conocerte y valorarte! Es cierto, llegar a este punto ha sido recorrer un camino largo, pero ¡lo estás logrando!
Tú eres consciente de la importancia de mirarte con buenos ojos, entiendes que no hay tal cosa como la perfección ni en las corporalidades, ni en los encuentros sexuales pues obvio, estos últimos, ¡son cosa de humanxs! Entonces, habrá veces que salgan increíbles y otras que no, pero cuando no salen como esperabas, eres capaz de comunicarte con tu pareja y buscar mejorarlo para las siguientes interacciones.
¡Qué bueno que seas capaz de disfrutar de todo el proceso y la experiencia erótica e íntima!
¡Está increíble que estés abiertx a hablar con honestidad y desde el corazón de tus necesidades y límites! Pero, además, ¡qué lindo que también estés abiertx a la comunicación con tu pareja para escuchar lo que desea! ¡Así se hace! Por eso, llevas una vida sexual plena, confiada y tus parejas sexuales se sienten satisfechas y tomadas en cuenta.
Tu sabes agradecer a tu cuerpo por todo lo que hace por ti, lo cuidas, lo respetas y sobre todo te enorgulleces de él.
También puedes mantener tu atención y enfoque en lo que estás viviendo mientras interactúas eróticamente y nada te distrae. ¡Sentir vergüenza es cosa ya superada!
Tu entiendes de la importancia de hacer cosas que te provocan bienestar: aquella práctica sexual que te gustó, la repites, pones música mientras te tocas, etc.
Eres una persona que sabe poner límites, si algo no te gusta y no quieres hacerlo, sabes que NO estás obligadx a hacerlo. No haces cosas por complacer a otras personas o sólo por el miedo de que se vayan de tu vida. Lo que haces es con plena conciencia y ganas.
¡Sigue así! Y no dejes de informarte, de darte momentos para ti, de reflexionar y valorarte.