¿Qué son los pedos vaginales?

Ok, hablemos de pedos vaginales. Si has pasado por una experiencia incómoda en medio de un momento íntimo o durante una clase de yoga, ¡relájate! No eres la única. Los pedos vaginales, también conocidos como "queefs", son mucho más comunes de lo que piensas y, lo mejor de todo, ¡son totalmente normales!

¿Pero qué son realmente los pedos vaginales? A diferencia de los pedos normales, estos no tienen que ver con gases intestinales. Se trata simplemente de aire que entra a la vagina y, en algún momento, tiene que salir. Y cuando lo hace, puede sonar como un pedo, pero sin el mal olor. ¡Simplemente aire atrapado, nada más!

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¿Por qué ocurren los pedos vaginales?

Hay varias situaciones en las que puedes experimentar pedos vaginales, y no tienes que hacer nada raro para que suceda. Estas son algunas de las más comunes:

  1. Durante las relaciones sexuales: El movimiento de empujar y sacar, especialmente durante el sexo penetrativo, puede hacer que el aire entre en la vagina. Y bueno, una vez que el aire entra, ¡tiene que salir de alguna manera!
  2. Ejercicio y yoga: Algunas posiciones, especialmente aquellas que implican abrir mucho las piernas o doblar el cuerpo, permiten que el aire entre en la vagina. Si estás en la clase de yoga y sientes un queef, ¡no te preocupes! Es más común de lo que crees.
  3. Después de estar sentada o en una posición específica mucho tiempo: A veces, simplemente estar sentada o en una posición comprimida puede hacer que el aire se acumule en esa área.

¿Cómo lidiar con los pedos vaginales?

Primero, lo más importante es no avergonzarse. Los pedos vaginales son una función corporal completamente natural y pasan cuando menos lo esperas. Nadie debería juzgarte por algo que simplemente sucede. Aquí tienes algunos tips para que te sientas más cómoda con el tema:

  1. Ríete y sigue adelante: Si te pasa durante el sexo o el ejercicio, la mejor reacción es simplemente reír. Si tienes una relación de confianza con tu pareja, ¡seguro se unirán a las risas! Es algo que no puedes controlar, así que ¿por qué estresarse?
  2. Cambiar de posición lentamente: Si te pasa mucho durante el sexo, cambiar de posición lentamente puede evitar que entre tanto aire. No es una solución infalible, pero puede ayudar a reducir la frecuencia.
  3. Mantén una actitud relajada: No lo tomes tan en serio. El cuerpo es increíblemente raro a veces, y eso es lo que lo hace interesante. Los pedos vaginales no son un problema de salud, ni nada por lo que debas preocuparte.

Mitos sobre los pedos vaginales (¡y la verdad!)

  1. “Los pedos vaginales son poco higiénicos" No tienen absolutamente nada que ver con gases o desechos. Es solo aire saliendo. No hay nada sucio o malo en ellos.
  2. “Solo le pasa a ciertas personas" No importa la edad, tamaño, o forma del cuerpo, todas las personas con vagina pueden tener pedos vaginales en algún momento de su vida. Es algo completamente universal.
  3. “Es porque estoy haciendo algo mal durante el sexo" ¡No! Es simplemente una cuestión de movimiento y aire. No significa que estés haciendo algo incorrecto. Así que, fuera las inseguridades.

¿Cómo hablar del tema con tu pareja?

Si te sientes incómoda por los queefs durante el sexo, recuerda que la comunicación es clave. Puedes hablar de manera casual sobre el tema y hacerlo parte de las risas y la diversión. A fin de cuentas, el sexo también puede ser cómico a veces, y está bien relajarse y disfrutar de los momentos inesperados.

Si lo hablas con naturalidad, es muy probable que tu pareja lo vea igual. ¡Confianza y humor siempre son la mejor combinación!

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Los pedos vaginales son una parte completamente normal de la vida, así que no dejes que te avergüencen o te hagan sentir incómoda. Al final del día, es solo aire saliendo, ¡y eso no es nada de lo que debas preocuparte! La próxima vez que suceda, respira profundo, ríe si tienes ganas, y sigue disfrutando de la vida como siempre.

¿Alguna vez te ha pasado? ¡Cuéntanos tu experiencia y compártela con tus amigas! Al hablar de temas así, ayudamos a desmitificarlos y a sentirnos más cómodas con nuestros cuerpos.

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