Bien dicen por ahí que la monotonía es el peor enemigo de una relación, y es que es tan corta la brecha entre una actividad que nos gusta tanto compartir con nuestra pareja con frecuencia y una que se volvió costumbre, que muchas veces ni siquiera nos percatamos de en qué momento se fue dando la transición, sino que un día despertamos y caemos en cuenta que estamos ahí. 

Pero esto no tiene por qué ser el fin del universo, meibis. 

La rutina no es una señal de que la relación haya muerto, sino de que ha llegado el momento de reavivarla, luchando juntos y generando un cambio.

Por eso, meibis, queremos compartir contigo información valiosa que pudiera serte de ayuda:

¿Cuáles pueden ser las causas de la rutina en pareja?

• El cansancio físico y psicológico que en ocasiones produce el trabajo, puede causar que no se dedique la suficiente atención a la pareja. Y no necesariamente se trata de cantidad, sino de la calidad en las interacciones.
• La falta de comunicación íntima que se demuestra; por ejemplo, en los largos silencios compartidos y la sobreatención al celular.
• Dar por hecho el amor y no decirlo verbalmente a la pareja, dando por sentado que la pareja ya lo sabe.
• La evolución individual, y que en ese momento cada uno se encuentre en niveles diferentes, con expectativas y planes contrarios.
• La zona de confort emocional, nos sentimos taan cómodos en la relación, pero ya no intentamos actividades que promuevan nuevas emociones positivas.
• La actitud pasiva de un individuo en la relación que espera que sea siempre el otro quien tome la iniciativa de romper con la rutina.

¿Cómo saber que hemos caído en la monotonía en la relación?

Cuando la relación ya no te genera espontaneidad, emociones nuevas, ya  no es pasional ni interesante, pueden ser signos de monotonía. Pues se trata de un estancamiento de la relación que posiblemente te llevará al aburrimiento. Este es un buen momento para hablarlo con tu pareja y plantearle cómo te sientes y saber cómo se siente la otra persona.

Tips para salir de ella:

Recuperar los pequeños detalles
El listado es infinito, y ni siquiera es necesario invertir una fortuna, basta con dejarle una notita hot, escribirle una carta, obsequiarle algún dulce que le guste, dejarle un mensaje en el espejo, enviarle un mensaje bonito mientras no están juntxs, aunque se vean en unas horas… Pueden parecer gestos pequeños, pero marcarán una enorme diferencia en la rutina. El hecho de llevar años o meses juntxs no tiene porqué ser sinónimo de dejar de lado esos pequeños detalles que hicieron que tu pareja se enamorara de ti. 

Reforzar lo positivo

Así como es importante poder hablar las diferencias, también debe ser igual de relevante e importante agradecer y destacar aquellas cosas que admiramos de nuestra persona especial. Puedes piropearlx, halagarlx o simplemente besarlx y abrazarlx sin mayor razón aparente, cuando van de compras, cuando se lavan los dientes o cuando caminan juntxs.

Reconocimiento mutuo

Si bien durante el periodo de enamoramiento tendemos a platicar muchísimo con nuestra pareja y contarle mucho sobre nosotros, es importante tener en cuenta que como seres humanos estamos constantemente cambiando, y aquello que pudo gustarnos en esa época puede ser irrelevante ahora. Llevar años en pareja no debería ser un limitante para preguntarle qué le gusta, qué piensa de x tema, etc. Podríamos llevarnos una sorpresa a la par que redescubrimos con quién estamos. 

Por ejemplo, intenta con tu pareja hacer el quiz: “¿Qué tan horny soy?”, pueden salir ideas hot para innovar y conocerse más. 

Practicar nuevas actividades

Si los maratones de series y películas ya parecen más de lo mismo, siempre tenemos la oportunidad de buscar nuevas actividades para compartir y disfrutar. Por ejemplo, tomar un taller de fotografía, practicar algún deporte extremo o animarse a ir a bares karaoke. Aquí te recomendamos 3 citas para tener en pareja.

Darse su espacio para realizar actividades individuales

Aunque los consejos respecto a cómo cambiar la rutina de pareja apuntan a un trabajo entre ambos, es igual de importante que cada uno mantenga su independencia y se respeten los espacios de ambos, tanto en lo profesional como en lo recreativo. Así la relación se podrá nutrir, porque habrá mucho más para compartir.

Implementar nuevas rutinas en casa

Salir de la rutina no necesariamente implica tener que hacer mil actividades fuera de casa. Algunos días pueden disfrutar de un baño juntos antes de ir a dormir. Así se relajarán y reconectarán en un espacio íntimo. O los fines de semana, si nunca lo hacen por sus horarios, desayunar relajadamente en la cama o despertar hasta tarde. También pueden construir un huerto y cultivar sus propios alimentos. Las posibilidades son muchas, solo es cuestión de implementar nuevas dinámicas que les atraigan a ambos para desarrollar desde casa.

Planear metas

Planear unas vacaciones, remodelar el hogar, concretar un emprendimiento o adoptar una mascota, recuerda ser muy responsable con tu michi o tu peludo. Sea cual sea el propósito, plantearlo dará un aire refrescante a la relación, a la vez que los inundará de ideas que no conocían sobre el tema y emociones que posiblemente no sabían que tenían.

Solucionar los conflictos

Tal vez el tema de discusión siempre sea el mismo, y la costumbre ha causado que ya ni siquiera se tenga interés por resolverlo. Pero aún si son temas cotidianos, es muy importante buscar soluciones y no abandonar el problema. Pues si esto sucede, solo se estarán acumulando las discusiones y a la larga el desgaste de la relación será cada vez más grande. Recuerda: las relaciones sanas, tienen conversaciones incómodas. 

Programar encuentros sexuales

Al programar los encuentros sexuales, no solo devolveremos la intimidad al lugar que se merece, sino que además generará entusiasmo y emoción para que llegue el día. Pues muchas veces, el trabajo, placer escolares o eventos familiares ya no permiten tener el mismo sexo que antes, pero planear tener el delicioso puede llegar a generar mucha tensión sexual, ¡inténtalo!

Sexo creativo

La monotonía no solo debe estar fuera de la relación, sino también fuera de la cama. Ni siquiera es necesario leerse el kamasutra ni pensar en cosas muy extravagantes, aunque si quieres hacerlo también eres libre de hacerlo, pero realmente basta con añadir alguna actividad nueva, lencería, música, un cambio de lugar, etc.

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Como puedes ver, se trata de que al menos un día haya sucedido algo diferente, algo que ayude a refrescar la relación, a recordarle a la otra persona que conscientemente la amamos y deseamos estar con ella. ¡meibis, ama bonito!