¿Qué es la Disforia Postcoital?

Todo lo que hay que saber sobre la disforia post-coital

O mejor llamada Disforia Post Placer Sexual, ya que no es necesario el coito para que te pase.

(Cultura coitocentrista)

Pero bueno: ¿Te ha pasado que te sientes mal contigx mismx después de sentir placer?

Que empiezas a sentir culpa y tanto pensamientos como emociones tipo: angustia, agobio, miedo, asco  tu propio cuerpo o a la situación, entre otras, empiezan a brotar en ti volviéndose en un mal momento (o al menos extraño)

A eso se le conoce como Disforia Postcoital

Y lo más seguro es que nos pase alguna vez en la vida.

Ojo, que si nos pasa alguna vez, no está mal y puede ser un espejo de cómo nos estamos sintiendo en el momento.

Pero si te pasa muy seguido o sientes que te quita calidad de vida a nivel sexual, ahí es cuando sería bueno abordarlo con una sexóloga.

¿Por qué pasa la Disforia Postcoital?

Son pocos los estudios que se han hecho y muchas las teorías por dónde se puede abordar la Disforia Postcoital:

1.       ¿Todo es culpa de las hormonas?

Y es que, a nivel químico, cuando estamos sintiendo placer sexual liberamos sustancias tales como la oxitocina, endorfinas y dopamina en nuestro sistema, todas estas hormonas tienen una conexión muy directa con emociones: como cuando sentimos un abrazo, vemos a un ser amado o incluso el dolor.

 

Al tener todo este placer, se genera toda esta explosión de hormonas, puede convertirse en una montaña rusa que a la postre nos hará desahogarnos y “sacar todo lo que tenemos atorado”.

 

2.           ¿Todo es culpa de la amígdala?

Algo muy curioso que han notado los estudios que se han hecho en el cerebro cuando estamos sintiendo placer sexual, es que, nuestra glándula amígdala, se apaga casi en su totalidad. ¿Y para qué creen que sirve la amígdala? Bueno, tiene muchas funciones, pero entre ellas y muy importante, es que se activa cuando estamos en situaciones de riesgo, de hecho el miedo y la amígdala tienen una conexión muy importante.

 

Una vez liberado el orgasmo o concluido el placer, la amígdala se vuelve a activar, por lo que sensaciones como tristeza, miedo y otras más, se pueden activar.

 

Y si te expusiste a una situación de riesgo como: relaciones sexuales sin protección o te expusiste a algo negativo. O incluso fue una infidelidad o algo que no era correcto desde tu percepción, la amígdala se activará y podrás experimentar Disforia Postcoital.

 

3.       Lo que pensamos sobre la sexualidad, influye y mucho.

 

Cada persona tiene una percepción distinta de lo que es la sexualidad, pero esta percepción, la fuimos construyendo conforme fuimos creciendo y sí, los mensajes que recibimos durante nuestra vida, ideas aprendidas en medios, tabús, mitos creados por una sociedad consumidora de pornografía, afectarán directamente con nuestra vida sexual.

 

Un ejemplo que pasa mucho: En nuestra sociedad (México) aún sigue permeando el pensamiento de que la sexualidad es meramente para la reproducción y que, si se hace fuera de este contexto o fuera del matrimonio, es malo (es pecado, diría tu tía “no moderna”).

 

Y, resulta que tengo sexo por placer (porque eso es lo que hacen la mayoría de personas) estos pensamientos que, la sociedad o mi familia o la religión, me “metió” a lo largo de la vida, pueden tener un efecto negativo en mí, y llenarme de culpa o de miedo, etc.

 

Por eso es importante de-construirnos y revisar que mensajes que recibí a lo largo de nuestra vida puede que no me estén dejando disfrutar.

 

 

¿Cómo evitar la Disforia Postcoital?

1.           Crea escenarios seguros: Tu puedes vivir la sexualidad que quieras, ya sea que te encanten las orgías y el sexo duro o que solo cojas con tu pareja, eso da igual, siempre, en cualquier situación que sea, crea un escenario seguro.

Es decir, que eso que quieras que pase, pase desde un espacio que no va representar riesgos de ningún tipo para ti, con todo lo que esto tenga que conllevar.

Crear escenarios en donde estés segurx, ayudará a evitar sentimientos de culpa después de que pase el placer, más todo lo demás bueno que esto tiene.

 

2.           La educación sexual nos deconstruye: Con buena información y buena educación, yo puedo tomar las riendas de mi sexualidad y todas esas mentiras, mitos, tabúes y mucha desinformación que nos dieron durante toda la vida, podemos erradicarla si nos informamos bien.

Estos sentimientos de angustia, culpa, miedo, estrés, etc. Pueden evitarse si nos convencemos de que somos personas sexuales y podemos vivir la vida sexual que queremos y cuando queramos.

3.       La terapia es tu mejor amiga: Hay un antes y un después positivo en la mayoría de las personas cuando asisten a terapia, llegan a una mejor calidad de vida. Y como lo mencionamos anteriormente, si tu sientes que la disforia postcoital te abruma o te resta calidad de vida, creenos que, no pasa nada, que es normal y que puedes tener un proceso muy bonito con unx sexólogx en donde juntxs resuelvan esta situación y puedas afrontar tus encuentros sexuales de una mejor manera.

 

Ya lo saben meibis, es imposible separa las emociones de la sexualidad, porque la sexualidad tan humana como los humanos mismos, así que, habrá momentos en nuestras  vidas que podamos llegar a sentirnos bajoneados después de tener placer sexual, pero que sepas que puedes trabajar en ello y mejorar tu calidad de vida sexual para tenerla como tú quieras.

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